XVIII Encuentro Estatal
de Cronistas
“Las Carreras de
Caballos de Todosantos”
Mesa: Historia de mi
comunidad
Categoría Infantil galardonado
con el Segundo lugar
Nombre:
Hernán Alejandro Alvarado Martínez
Escuela:
Primaria Dr. Belisario Domínguez Palencia
Edad:
8 años
Asesora: Mtra. Delmi Marcela Pinto López
01 de Marzo de 2019.
Esta festividad está
relacionada con la Fiesta de Todos los Santos, se da cada año desde el primer
domingo de octubre, para finalizar 1 y 2 de noviembre, es un suceso que
aconteció aproximadamente hace medio siglo.
¿Y cómo surgió esta
costumbre anual?
Según relatan esto surgió,
porque muchas personas de distintas colonias de nuestro alrededor venían a
enterrar sus difuntos en el panteón municipal y como costumbre cada año en época
de “fieles difuntos” venían a dejarles flores de la temporada y veladoras, así
como arreglar las tumbas con juncia, coronas y cadenas de nailon de colores.
En ese tiempo el
medio de transporte más común para la gente era el caballo o en burro. Al llegar al panteón amarraban a los
animales en los cercos, estos ahora son
los carriles y parte de la Escuela Secundaria Técnica hasta la cruz llamada la Cruz
del Milagro.
Como antes eran
caminos de veredas, atajos, de herradura, eran muchas horas que se recorrían
para llegar al pueblo. Entonces para mitigar el hambre traían su comida, está
comida era especial de la temporada, como los famosos “paquitos” que son
tortillas de maíz rellenas de frijol molido y chorizo con huevo, también era
común traer huevos duros, en salsa verde y pollo frito de rancho, y se sentaban
en sus petates para comer el lonche, que traían, para probar en el panteón con
sus difuntos.
Esto llamo la
atención de la gente del pueblo, lo cual de igual manera empezaron a ir a comer
en estos días, fue así como empezó la tradición de ir a comer en la periferia
de los carriles y otros en el panteón municipal.
Es ahí donde
surgieron las primeras carreras de caballos, en aquellos tiempos eran por puro
gusto, dándose al momento el arreglo entre los dueños, ya que no habían apuestas
y se escogían los caballos al azar, para que corrieran, lo único que había era
la algarabía de la gente por ver quien ganaba.
Con el tiempo y
viendo el gusto de la gente por las carreras, se hizo el carril con postes de
ciprés, carrizo y “cush cush” (es un tipo de espino que servía para tapar
cercos) esto con el fin de evitar que la gente se acercara y no espantara a los
caballos, y también para que no corrieran peligro.
El que se encargaba
de guardar los postes, año con año, era don Vicente López del Barrio de Los Ocotes,
de ahí surgieron las primeras apuestas que eran de 20 a 50 centavos.
En la década de los
60s los rancheros más populares, por tener los mejores caballos eran don Javier
Figueroa Chanona, dueño de la Finca San Antonio Buena Vista con su yegua “la tequila”
y don Federico Pinto Vera dueño de la Finca
La Esperanza con su caballo “el corcho” donde las apuestas eran de 80 a 100
pesos dinero que se juntaba entre un grupo de 4 a 5 personas.
Otros rancheros conocidos
por tener caballos de carrera era don Florencio Vera con su caballo “hilo de oro”,
don Raúl Figueroa Mazariegos alias “el Chucho Blanco” con su caballo “El Palomino”
dos veces campeón de la región, el señor Walter Guillen Meza con su caballo “el
herrero” y don Ricardo Pérez con su caballo “El retinto, santa riteño”.
Cada uno de estos populares
caballos eran montados por jinetes, que eran escogidos por los propios dueños,
entre ellos los más mentados eran Alfonzo Solórzano “El Siete” y Natalio Jiménez
(originario de la Ranchería Palo Gordo municipio de La Trinitaria) los cuales
montaban a puro pelo, (es decir no tenían montura, ni faja), se realizaban de
20 a 30 carreras en una tarde, la distancia que corrían los caballos era de 300
metros no importando el tamaño del caballo, sin embargo habían algunos que no
llegaban a la meta porque eran caballos que usaban para el pastoreo del ganado
de sus fincas, caso estaban entrenados.
En ese mismo año
siendo presidente don Jorge Guillen Pulido determino lo de “las cabecitas” que
consistían en que el dinero de las apuestas fuera 50 por ciento para los
corredores y el otro 50 por ciento para la presidencia, además hizo un cerco de
alambre de púas, para aquellos que quisieran ver más de cerca las carreras,
pero esto con un costo y también este ingreso era destinado a la presidencia.
A petición del pueblo
y viendo que se había vuelto tradición importante para nuestro pueblo, siendo
presidente don Oscar Villar Torres decidió construir un carril más formal y
seguro, que es el que actualmente existe.
Ahora se realizan
carreras con caballos finos, pura sangra, donde participan otro tipo de gente
de otros lugares, las apuestas son más costosas por ser carreras de compromiso.
Cabe hacer mención
que ya este tipo de carreras es llamado “derby”, según dicen que se trata de:
“rifar los diferentes caballos, que van apostar, para ver que caballo que se
enfrentan, contra quien y así se van eliminando hasta sacar el campeón”. Se corren
de 4 a 5 carreras por tarde en cada domingo del mes de octubre, finalizando el
2 de noviembre, con la carrera estelar quien se lleva todo el dinero de la
apuesta inicial.
Es así como les doy a
conocer esta tradición de mi pueblo que año, con año va modificándose, porque
ahora vemos más “puestos” que se colocan para ventas de cerveza, de comida,
algo que no sucedía antes, antes tenías que llevar tu propia comida. Es más en
los últimos 5 ó 6 años está fiesta se ha vuelto una feria con juegos mecánicos,
para recreación de los niños, así también hay música de banda. Pero siempre con
el mismo sentido, el de hacer una feria para diversión de la población, está se
enmarca con las festividades de “Todosantos”.
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