XVIII Encuentro Estatal
de Cronistas
“La sabrosura de los
caramelos de mi terruño”
Mesa: Historia de mi
comunidad
Categoría Infantil: mencion honorífica
Nombre: Angel Oswaldo Alvarado Martínez
Escuela: Primaria Dr. Belisario Domínguez Palencia
Edad: 11 años
Asesora: Mtra. Delmi Marcela Pinto López
01 de Marzo de 2019.
La cocina tradicional en el estado de
Chiapas cambia según la
región; no obstante, hay una gran variedad de dulces tradicionales que se hacen
en muchos lugares, pero van a cambiar tanto en su aspecto visual, en su forma
de prepararse, y sobre todo en su sabor. Es importante decir que en Chiapas se
sabe comer tanto salado, como dulce.
En esta crónica dialogaremos acerca de Los Caramelos estos dulces tradicionales
de La Trinitaria, en forma de bolita que se elaboran con agua, poca azúcar y el
ingrediente más importante por lo cual se distinguen es la miel virgen.
La historia de los caramelos en La Trinitaria,
data de aproximadamente desde 1920, se sabe que las primeras personas que
iniciaron con la elaboración de estos dulces fueron las
señoras Zenaida Guillen, Elenita Guillen, Zoila Guerrero Guillen, y Zenaida
Gordillo.
Quienes aparte de
hacer los caramelos hacían las trompadas y alfeñiques dulces hechos con panela,
doña Zoila Guerrero era la única que hacia los mentados “gallitos” estos eran
caramelos pintados de color verde, rojo y amarillo, le ponían este caramelo, unos
palitos que le daba su papá, ya que él era carpintero, dejándolos en forma de
paleta. Todo esto se preparaban para vender en la ciudad de Comitán, donde
pagaban 20 centavos, costo que también tenía que salir para el pasaje para ir a
dejarlos, eso se hacía con el fin de ayudar un poco para el sustento de la
casa, es que antes “se tenía pue muchos hijos y había que ayudar con un poquito
de dinero”. Por desgracia las iniciadoras de este dulce la mayoría ya fallecieron,
se fue desapareciendo esta forma tan peculiar de hacerlos, pues ya no se siguió
con la tradición.
En los últimos años,
la que se ha hecho conocida en nuestro pueblo por elaborar los caramelos es la
señora Margarita Molina, quien cuenta que inicio en 1968, ahí fue donde comenzó
hacerlos porque vio a una conocida prepararlos, le surgió la inquietud por
aprender, “Sabía yo, que podía ser una entradita para el gasto de la familia”, fue
que decidió empezar a practicar hasta que llego el día que “me salieron muy
bien”. Cuenta que su principal abastecedor de miel en esos tiempos era el señor
Baldemar Altuzar, persona que se dedicaba a la apicultura.
Su primera clienta
fue doña Amalia Guillen, ella tenía una tienda de abarrotes, que estaba frente
al parque antiguo, ella comercializaba todo tipo de dulce tradicional, cuenta
la gente, que “los comitecos” llegaban solo a eso, específicamente a esa tienda
por la variedad de dulces que vendía, pero en específico “el caramelo de
Trinitaria”. Le comenzó comprando 48 caramelos equivalente a $2.00. Los demás caramelos que le quedaban a doña
Margarita, tenía que salir de casa en casa a vender a seis por veinticinco
centavos. Ahora ya hay que encargarlos porque tiene mucha demanda.
Con el paso del
tiempo se fue agrandando el negocio de doña Margarita, le comenzaron a comprar
para revender, las señoras Esther Solís, doña Chayito y doña Cristina Hernández
quienes los ponían en un frasco de cristal para venderlos sueltos.
Poco a poco estos
dulces fueron siendo muy famosos en nuestro pueblo donde gente que venía de
fuera, a visitar a familiares o amigos llevaban a su lugar de origen estos
deliciosos caramelos elaborados de miel de abeja, en ese entonces costaba
$60.00 el kilo, el cual ponían en una sola bolsa, con el tiepo se fue
embolsando uno por uno ya que muchos de los clientes decían que al llegar a su
destino los caramelos llegaban pegados.
De los mismos
clientes le fueron dando ideas para que no solo hiciera caramelos de miel pura,
si no agregarles otro ingrediente para cambiar de sabor uno de ellos fue el
señor Julio Escandón, quien le dio la idea de ponerle en medio del caramelo pasitas,
y es ahí donde se hace más vendible el caramelo con pasita y así fueron
surgiendo ideas de ingredientes como: de ajonjolí, cardamomo, anís y con
cacahuate, esto es a petición y gusto de cada cliente, con valor de un peso
cada caramelo. En la actualidad su mayor comprador es el señor Manuel Villatoro,
quien los vende en el conocido “Mini Súper
Solórzano”.
Otra cosa curiosa
acerca de los caramelos es que los pobladores de La Trinitaria nos nombran
“caramelos” precisamente por este dulce único ¿y porque digo único? Porque está
preparado de “puritita miel virgen”.
Una anécdota de la
década de los 90´s es que surgió la entrega de “los caramelos”, organizado por
un grupo de jóvenes entusiastas, que tenían una organización llamada ASEST
(Asociación de Estudiantes de Trinitaria) se encargaron por primera vez de organizar
una noche disco, a lo más sobresaliente y picaresco de la juventud, donde
participaban diferentes ternas y el ganador se hacía acreedor a un caramelo
gigante.
En nuestros días, ya
quedan pocas señoras que elaboran los caramelos, “no todas saben hacerlo”
aparte de que “es muy caliente la manipulación”, “se quema la mano”, se debe
saber cómo hacerlo.
¡Es el dulce
tradicional y especial de mí pueblo!
¡Yo me siento feliz
de ser familia de quien hace este dulce “mi tía Margarita”!
¡Orgullosamente “soy caramelo”!
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