Asociación
de Cronistas del Estado de Chiapas, A. C.
XVIII
Encuentro de Cronistas
“Zapapemex y Petroluta[1]:
Crónica de los petroleros
en La Trinitaria”
Mesa I:
Acontecimientos relevantes de mi comunidad
Delmi Marcela Pinto López
Cronista Independiente de La Trinitaria
1 y
2 de marzo de 2019.
Los
yacimientos petroleros de La Trinitaria están ausentes de la bibliografía sobre
el tema. Sin embargo los pobladores no podemos olvidar, recuerdos de mi niñez
la llegada de Petróleos Mexicanos a La Trinitaria, aun cuando yo era pequeña
sabía que mucha gente fuereña llegó al pueblo; mis hermanas mayores en aquel
tiempo unas jovencitas establecieron amistad con muchos de los trabajadores.
Ellos acudían frecuentemente a platicar a nuestra casa, además porque mis padres
tenían una tienda de abarrotes lugar de referencia importante para conocer el
lugar y hacer contacto con los
habitantes del pueblo.
Por
las conversaciones con mis hermanas Lupita, Leti, Koki, y con mi hermano
Guillermo, obtuve información relevante, incluso logré contactar extrabajadores
de la empresa, así como visitar los lugares donde estuvieron los pozos
petroleros; fue una suerte la oportunidad de visitar el espacio donde se realizaron
las perforaciones para la búsqueda del hidrocarburo y conocer lo que queda de ello.
Este
hecho histórico considero que fue un período notorio para La Trinitaria, porque
repercutió tanto en el rubro económico, como en lo social, por tal razón en las
vacaciones de invierno me di a la tarea de investigar cuáles fueron los sucesos
más importantes que ocurrieron en ese periodo y me aventuré a entrevistar a personas que trabajaron en esa empresa. Un
dato relevante es que varios extrabajadores se casaron con mujeres oriundas de la
cabecera municipal, formaron familia que aún viven en el pueblo. Estos relatos
y evidencias me motivaron a escribir está crónica.
Los
datos que aportan las entrevistas datan de la época de finales de los 60’s y
principios de los 70’s, cuando pasaron estos hechos eran presidentes municipales
Don Antelmo Figueroa Castro y posteriormente Don Guillermo Pinto Gordillo.
Se
cuenta que para hacer las perforaciones, fue necesario hacer estudios
geológicos, “para eso se seguían las vetas
de petróleo”, por eso se abrieron 3 (tres) pozos: “Trinitaria 1” ubicado por la Quebradora, con una profundidad de
4300 mtrs., “Trinitaria 2” en El
Ciprés con una profundidad de 2500 mtrs.
y “Trinitaria 3”.
Las
oficinas centrales estaban en la casa del Sr. Jorge Guillén Figueroa, frente al
parque central, el jefe de campo venía de Villahermosa, Tabasco era el Sr.
Vidal y su asistente personal y segundo jefe de campo el Sr. Castro. Los pagos que
se hacían a los trabajadores era en efectivo semanalmente, el jefe de campo y
el asistente eran los responsables de ir a recoger el dinero “Sí, porque no había bancos, nunca nos pasó
nada, gracias a Dios”, viajábamos a Villahermosa por el rumbo de la tijera,
de El Escopetazo”, (punto de la carretera panamericana donde se bifurcan los
caminos hacia Tuxtla o hacia Tabasco) “el
temor de ir por esa ruta, era por que tiraban los indígenas desde la montaña,
pero nunca tuvimos ningún percance”,
cabe hacer mención que esa era la única vía de comunicación más cercana en ese
tiempo, y aun así llevaba 10 hrs. de camino.
¿Quiénes
eran los petroleros? Eran personas jóvenes que no rebasaban los 30 años de
edad, venían de Tabasco, Poza Rica, Agua Dulce, Veracruz y Salina Cruz, “los que veníamos, ya traíamos experiencia
laboral”. Por otro lado se da también una oferta de mano de obra en el
área, contratándose personas de la localidad. Trabajaron aproximadamente 60 individuos,
entre personal de campo y de oficina. Toda la maquinaria que emplearon la
trajeron de Ciudad Pemex, Tabasco.
Describen
que ellos venían de la ciudad y al ver el pueblo tan tranquilo, tan desierto
porque aún no estaba muy poblado, les pareció triste y pensaban que no se iban
adaptar, sin embargo fueron bien recibidos por la gente del pueblo. Recuerdan
que el clima era frío, llovía mucho, “Cuando
llegue tuve un cambio, porque nosotros somos de tierra caliente, me gustó mucho
este lugar desde que llegue, había mucho frío, al tercer día me agarro como una
especie de que estaba crudo, y fui a visitar el doctor y me dijo que era por el
cambio”.
La
única diversión que tenían en sus tiempos libres era el “Billar de don Arnulfo
Escandón”, además contrataban viajes especiales con los dos únicos taxistas que
existían en el pueblo, los taxis del Sr. Armando Alvarado y del Sr. Oscar López,
quienes los llevaban a pasear a los
lugares cercanos y atractivos de La Trinitaria como: Las Lagunas de Montebello, Las Ruinas de Chincultik, Lagos de Colón, El
Lagartero, Comitán que era y sigue siendo el centro rector, administrativo y
político de la zona.
Platican
que el turno del día era de 24 horas, 8 hrs cada turno con 8 personas, tres turnos:
en la mañana, en la tarde y por la noche. Habían también un chofer especial de
las guardias para cualquier cosa que se ofreciera, era el Sr. Alberto Figueroa.
Además
se constituyó un sindicato de trabajadores petroleros para normar sus
relaciones laborales, la delegación fue la sección 38, perteneciente a Salina
Cruz, Oaxaca, el primer delegado de La Trinitaria fue el Sr. Jorge Montero.
¿Qué cambios sufre el pueblo
en ese período? Los cambios que percibo en este período en La Trinitaria los
dividiré en cambios económicos y sociales.
Con
respecto a los cambios económicos se pudo observar la apertura de tiendas de
abarrotes con venta de cerveza, hospedaje en las casas particulares, mencionan
que las casas que ocuparon fueron la de doña Nelly Pérez, don Augusto Solorzáno,
doña Cristina Hernández y doña Isabel Escandón, donde rentaban cuartos amueblados
por mes. La alimentación necesaria propició que se abrieran comedores en las
casas de algunas señoras para su asistencia alimenticia por ejemplo con doña
Nelly Pérez, doña Julita y Doña Chabelita. Por otro lado se proporcionó trabajo
a las señoras para la lavada y planchada de ropa. Es decir se da una
modificación del flujo económico a la llegada de la empresa, como lo menciona
un entrevistado “Cuando
venimos nosotros, encarecemos la vida, porque cuando llega PEMEX suben de
precio las cosas”.
En
relación a los cambios sociales, de acuerdo a las entrevistas fueron entre
otras que las señoritas de La Trinitaria, empezaron a relacionarse con ellos
como amigos, algunos tuvieron novias y muchos de ellos contrajeron matrimonio.
Cuadro No. 1: Casados en La Trinitaria
Señora
|
Señor
|
Emma
Gordillo Figueroa
|
Jorge
Torres Díaz
|
Yolanda
Calvo Gutiérrez
|
Jesús
Marcelo Castro López
|
Reina
Alvarado Hernández
|
José
Manuel Lázaro Murillo
|
Reina
Vera
|
Arturo
Ovando Gallegos
|
Patricia
López Pérez
|
Marcos
Alhor
|
María
Elena Hernández Domínguez
|
Fernando
Delgadillo
|
Amparo
Martínez
|
Luciano
García Díaz
|
Esperanza
Guillén
|
Carlos
Enríquez
|
Martha
Ortiz
|
Álvaro
Jiménez Zavala
|
Sebastián
Felix Cruz
|
Joaquina
E. Ruiz Pérez
|
Fuente: Entrevistas
Según
mis informantes recuerdan con mucha alegría, aquel 18 de marzo de 1975, se celebró
un baile del día de “El petrolero”, en el que se contrató un grupo tropical de
Salina Cruz, “Aquel día fue muy alegre, bailamos
como nunca, como lo gozamos, no siempre había ese tipo de bailes acá, menos con
grupos de fuera”. Cabe mencionar que permitieron que la gente del pueblo asistiera
sin ningún costo, este baile se organizó en la cancha de basketball de la Escuela Secundaria Flavio Guillén, único espacio
amplio en ese tiempo, para hacer ese tipo de eventos.
Algo
que no se me olvida, de esa época era la alegría de la señora Inés (está señora
se caracterizaba porque era muy fiestera, alegre, gordita y siempre andaba con
el cabello recogido con un peinado de chongo)”, esposa de Don Florentino Chablé,
uno de los petroleros veracruzano que llegó con su familia; ella nos enseñó que
en diciembre, los 9 días de las posadas se debía sacar “la rama”, recuerdo
alguna estrofa de la canción “ya
se va la rama muy agradecida porque en esta casa fue bien recibida y si no
daban nada se decía lo contrario”.
¿Qué era “la rama”? era concretamente una rama de pino, adornada con globos y
con escarcha, “nos reuníamos un grupo de
niños, íbamos a las casas a pedir dulces, frutas, incluso nos daban dinero, es
lo que más nos gustaba, nos atraía la paga, para comprar algo más que nos
gustaba comer”, para luego repartírnoslo. Tradición que nunca se quedó,
pues no lo volvimos nuestra, solo duró mientras estuvo doña Inés.
También
se puede rescatar de las entrevistas, que surgieron vicios como el alcoholismo
y drogadicción. Según anécdotas comentan que el trabajador más problemático,
era el que se empleaba como “chango” “era un bolo y cada rato iba a la cárcel, era
terrible, lo metieron muchas veces al tambo, cuando el armaba las golpizas, le
pegaba a los policías y le tenían miedo, así que llegaban los militares, que lo
llevaban cargado a la cárcel; cuando lo metían preso, no había chango, mi
pariente el jefe de campo el Sr. Vidal, me pedía de favor que yo lo fuera
sacar, así que yo iba a hablar con el presidente, a pagar su multa, y ya él me
decía que le diera esta nota a la policía, y ya la policía gritaba “Sale el bolo”
y él decía: “por qué mucho tiempo me
dejaron, porque no me vinieron a sacar antes”, y yo contestaba: “estarás muy bonito para que te viniéramos a
sacar antes, jajajajajajajaja”.
Pero
quién era el Chango “era la persona más
delgadita, era el que estaba arriba, el que enderezaba los tubos, tenía que
alinear la tubería allá arriba, ganaba al igual que el perforador, porque es él
que más arriesgaba su vida, ya que estaba en la punta desde la altura. El
chango llevaba en su morral la botella de trago, se le daba la razón por el
frío que había allá arriba, para calentarse y para agarrar valor”.
El
tiempo que duraron en el lugar fue de 6
a 7 años más o menos, “como no se
encontró nada, aunque se venía siguiente una veta, la veta existía pero no era
suficiente, el pozo 1 tiro gas pero no lo necesario, según que habían dos vetas
una para Guatemala y otra se quedaba acá, pero no fue cierto” el programa
terminó en La Trinitaria y se fueron a Las Margaritas, Oxchuc, San Juan Chamula,
Coita y por último a Ocosingo.
Así
mismo reconstruí una lista de trabajadores de PEMEX, porque al parecer son los
más recordados, los que más sobresalieron tanto por su trabajo, como por “su espíritu festivo” y porque hago esa
aseveración porque fue muy difícil acordarse de todos y completar nombres, por
eso algunos están únicamente los apodos con que se dieron a conocer.
Cuadro no. 2: Lista de petroleros
#
|
Nombre
|
Apodo
|
1
|
Jesús
Marcelo Castro López
|
|
2
|
Pedro
Vidal (jefe de campo)
|
|
3
|
Jorge
Torres Díaz
|
|
4
|
Delfino
Manzano
|
|
5
|
Miguel
|
“El
ciego”
|
6
|
Jorge
Solorza
|
|
7
|
Carreón
|
|
8
|
Arturo
Ovando Gallegos
|
“El
Venado”
|
9
|
“El
Liquiriki”
|
|
10
|
“Digo,
digo”
|
|
11
|
Fernando
Delgadillo
|
|
12
|
José
Manuel Lázaro Murillo
|
|
13
|
Luciano
García Díaz
|
“Chunco”
|
14
|
Carlos
Enríquez
|
|
15
|
Don
Carmelo
|
|
16
|
Trinidad
Cancino García
|
“Trivilín”
|
17
|
Marco
Antonio Gordillo Figueroa
|
“Toto”
|
18
|
Joselino
Arguello Gordillo
|
|
19
|
Jesús
Arguello Gordillo
|
|
20
|
Emilio
Villar
|
|
21
|
Ramón
Herrera Figueroa
|
|
22
|
Alberto
Figueroa Castro
|
|
23
|
Florentino
Chablé
|
|
24
|
Víctor
Gordillo Figueroa
|
|
25
|
Antonio
Gallegos
|
|
26
|
Álvaro
Jiménez Zavala
|
|
27
|
Julio
Guillén Valdez
|
“El
Payaso”
|
28
|
Marcos
Alhor
|
|
29
|
Jorge
Montero
|
|
30
|
Sebastian
Felix Cruz
|
Fuente: Entrevistas
Así
fue como transcurrió un período en el que fuereños llegaron a Trinitaria con
sus sueños, su alegría de vivir; su paso por el lugar sigue siendo recordado
con gusto y más aún con la presencia de familias que dan testimonio de las
buenas relaciones que existieron entre los trinitarenses y los petroleros.
Con
este escrito queda la evidencia de que es importante ir reconstruyendo sucesos
relevantes, que forman parte de la historia de La Trinitaria, donde marcaron
cambios importantes que no pueden ser omitidos, ya que ello comprende una fase
de la vida cotidiana de este pueblo.
Finalmente
quiero terminar con esta frase, tan popular en el pueblo “no sé hayo petróleo,
pero sí encontraron mujeres”
[1] “Zapapemex”
y “Petroluta”: así eran denominadas a
las personas de La Trinitaria de forma despectiva por los de Comitán, por su
anterior nombre Zapaluta y la relación con el petróleo.
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