XXVI ENCUENTRO ESTATAL DE CRONISTAS, CHIAPA DE CORZO 2024.
Cd. de Chiapa de Corzo, Chiapas 15 y 16 de junio del 2024.
La feria de mi pueblo
Galilea Alfaro Olivera
Cronista Infantil de La Trinitaria
Recuerdo un día, estaba jugando en el patio de la casa cuando de repente, empecé a escuchar a un animalito cantar, algo inusual para mí. Corriendo fui con mi abi (abuelita) a preguntarle qué era lo que se escuchaba, ella me dijo: “ese animalito que escuchas se llama chisquirrín, nosotros los trinitarenses cuando escuchamos su canto sabemos que la feria del Padre Eterno está cerca, él es quien la anuncia”. Me llamó tanto la atención que me pase 10 minutos escuchando su canto agudo y fuerte “chisquirrin, chisquirrin …..“.
Como disfrutó pasar tiempo con mi abi, cuando tengo dudas de algo, yo siempre le pregunto a mi abi el porqué de las cosas, sé que ella me dará una respuesta, tiene muchos conocimientos de lo que yo desconozco y junto a ella, siempre aprendo algo nuevo.
Para mí la feria es un lugar mágico, lleno de juegos mecánicos en donde me voy a divertir, mis favoritos a los que me subo son los “carritos chocones, tazas locas, rueda de la fortuna y los caballitos”, bueno también no hay variedad de juegos como en las grandes ciudades que yo he visitado.
No solo los juegos me gustan mucho, todo inicia desde que llegan los puestos, eso me ilusiona demasiado, escuchar los sonidos cuando los están armando me llena de felicidad, me hace pensar que ya va empezar la feria, que voy a pasear con mis primas, no puede faltar que ya voy estrenar mi ropa, porque en la feria se estrena por lo menos tres días, los “meros días” como dice mi abuelita.
En La Trinitaria celebramos al Padre Eterno, yo veo que a la iglesia siempre llega mucha gente, le rezan, le cantan y le tocan los tambores al “Padre Ternito”, así todos le llamamos. Hay muchas entradas de flores en los nueve días de la novena, a mí me gusta ir a verlas con mi familia, aunque me da un poquito de miedo los cohetes, de verdad que queman muchos, ya me explico mi abi que son parte de la fiesta católica.
Hay muchas cosas para comer y comprar, me contó mi mamá que antes cuando ella era niña a los puestos le llamaban “zacatecas”, estos eran los comerciantes que venían de San Cristóbal de las Casas con sus dulces de chilacayote, camote, cocada, confites, cajetas, cupapés, higos, estos dulces no se podrían encontrar en otra época del año, además que traían juguetes de barro, carritos de madera, muñecas de trapo, y muchas cosas más que hacían esperar por tanto tiempo a los niños con gran ilusión la feria. Hoy en día, es un poco diferente, veo que ya vario la mercancía, aunque los dulces esos si no pueden faltar.
Todos los días de feria me gusta mucho subir y bajar la calle central que es donde se concentra todos los negocios. Con el gasto que reúno de mi mami, de mi abi, de mis tías, yo lo acabo en comer jocote curtido, algunas golosinas, subirme a los juegos, jugar chingolingo y jugar canicas porque ahí se ganan premios.
Los once días de la feria pasan volando y cuando se acaba, siento mucha tristeza, después de tanta bulla y alegría, se vuelve a escuchar el sonido de los puestos, pero ahora es porque los están desarmando, los puesteros tienen que continuar su camino, y como dice mi abi si el “Padre Ternito” nos presta vida pasará un año para que vuelvan a mi pueblo, para que nos vengan alegrar los días.
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